viernes, 24 de septiembre de 2010

Apuntes sobre "¿Quién se ha llevado mi queso?"


"¿Quién se ha llevado mi Queso?" es un archiconocido cuento de Spencer Johnson sobre el cambio que tiene lugar en un laberinto donde cuatro divertidos personajes buscan “queso”.

Es un libro editado en 1998 y muy conocido en los círculos de liderazgo, del que se hizo una película de animación que no siempre es fácil de encontrar por la red.

Un enlace que se mantiene a día de hoy es éste.

A continuación permitidme que rescate del olvido algunas consideraciones que Kenneth Blanchar hizo al respecto tras su lectura.

El queso es una metáfora de lo que uno quiere tener en la vida, ya sea un trabajo, una relación amorosa, dinero, una gran casa, libertad, salud, reconocimiento, paz interior o incluso una actividad como correr o jugar golf.


Cada uno de nosotros tiene su propia idea de lo que es el queso, y va tras él porque cree que le hace feliz. Si lo consigue, casi siempre se encariña con él. Y si lo pierde o se lo quitan, la experiencia suele resultar traumática.

El en cuento, el “laberinto” representa el lugar donde pasas el tiempo en busca de lo que deseas. Puede ser la organización en la que trabajas, la comunidad en don de vives o las relaciones que mantienes en tu vida.

Uno de los ejemplos reales de cómo ha servido este cuento en la vida real es el de Charlie Jones, respetado locutor de la cadena NBC, quien confesó que escuchar el cuento salvó su carrera.

Jones se había esforzado mucho con la retransmisión de las pruebas de atletismo de unos Juegos Olímpicos. Por eso, cuando su jefe le dijo que había sido apartado de esa sección deportiva y que en los siguientes Juegos se encargaría de natación y saltos, le invadió la ira.

Como no conocía tan bien esos deportes como el atletismo, se sintió frustrado. El hecho de que no le reconocieran su buena labor lo irritaba. Le parecía injusto, y la ira empezó a afectar todo lo que hacía.

Entonces le contaron el cuento ¿Quién se ha llevado mi Queso?.

Después de oírlo, se rió de sí mismo y cambió de actitud. Advirtió que lo único que había ocurrido era que su jefe (o su cliente, o el mercado) “le había movido el queso”, y se adaptó. Aprendió sobre esos dos nuevos deportes y, en el proceso, descubrió que hacer algo nuevo lo rejuvenecía.

Su jefe no tardó en reconocer su actitud y energía nuevas y en aumentar sus retribuciones. Disfrutó de más éxito que nunca y se hizo una excelente reputación como comentarista.

Como toda empresa que aspire no solo a sobrevivir, sino a ser competitiva, tu empresa debe estar cambiando constantemente. Nos mueven el “queso” sin parar. Mientras que en el pasado queríamos empleados leales, hoy necesitamos personas flexibles que no sean posesivas con “la manera de hacer las cosas aquí”.

Y como todos sabemos, vivir en una permanente catarata de cambios suele ser estresante, a menos que las personas que tengan una manera de ver el cambio que las ayude a comprenderlo. Y aquí es precisamente donde entra en acción el cuento del “queso”.

En cualquier caso, espero que cada vez que releas ¿Quién se ha llevado mi Queso? Encuentres algo nuevo y útil en el cuento, tal como me ocurrió a mí, y que esto te ayude a afrontar el cambio y a tener éxito, sea lo que sea el éxito para ti.

Con mis mejores deseos, espero que disfrutes con lo que encuentres. Ah, y recuerda: Muévete cuando se mueva el queso.

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