Nunca fue un secreto que las relaciones interpersonales tienen mucho peso en los procesos de trabajo en equipo. Un equipo cohesionado profesionalmente cobrará más fuerzas si los vínculos entre sus miembros son sólidos, aunque no necesariamente se precisa de esa solidez para alcanzar el punto de eficacia en grupos de personas unidas hacia un mismo objetivo.
Los ejemplos que vemos en el día a día acostumbran poco a pensar en el interés general por encima del interés particular, y casi invitan a dejar morir proyectos que beneficiarían a todos por cuestiones de incompatibilidad personal.
De ahí la cantidad de fracasos que se dan en equipos que no alcanzan a diferenciar ese bien general del particular.
En caso de entornos profesionales donde se respira cierta hostilidad pero en los que se hace imprescindible convivir con respeto por el bien del proyecto en general, hay un par de apuntes que pueden venir bien aunque sólo sea para plasmar sobre el papel la actitud correcta.
1. ¿No detestas a esos que después de un largo speech desconectan y les importa un pito lo que estás diciendo? Emplea la escucha activa hacia los demás. Si te gusta que te escuchen, haz lo mismo o, por lo menos, aparenta hacerlo.
2. Aunque creas que lo haces recuerda que no siempre es así: piensa las cosas antes de decirlas y exprésate con respeto. No solo en el contenido sino también en las formas.
3. Tachar, odiar, ignorar... a un miembro del equipo es tirar piedras contra tu propio tejado. Si te toca contar hasta cinco y luego hasta diez, hazlo, pero evita a toda costa "tachar" a otro miembro del equipo porque, lo quieras o no, te toca convivir con esa persona.
4. La única persona que sabe de verdad lo que estás diciendo eres tú. No des por sentado que te han entendido. Habla con los demás y deja claras las posturas profesionales para evitar desencuentros futuros.
5. Dar ejemplo es la mejor manera de demostrar clase y profesionalidad. Cuando te equivoques pide disculpas sin vergüenza. Ocultar un fallo te expone a ser delatado en un futuro. ¿Te vale la pena?.
6. Si te piden ayuda colabora. No pienses lo que haría la otra persona. Piensa en lo que tú debes hacer.
7. Tiende puentes y deja que los otros los crucen. Con cualquier persona se pueden encontrar puntos de entendimiento que suavicen la relación.
8. Cuida la ironía y el humor personal que sólo tú comprendes. Es poco estratégico conseguir malas caras a tu alrededor a cambio de un momento que te va a hacer gracia sólo a ti.
9. Como no, recuerda que una actitud positiva siempre te ayudará más que una actitud negativa. Aquí y en China.
10. Y como conclusión ten en cuenta que si estás en un entorno hostil lo mejor que puedes hacer es mostrar tu mejor faceta profesional, con un buen trato, dando ejemplo y mostrando resultados. Lo contrario sería caer en la tan peligrosa trampa de dejarse llevar y no ser uno mismo.
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