lunes, 11 de octubre de 2010

La aventura de los Geissbuhler



Lo sabíamos desde hace tiempo, pero vuelve a quedar demostrado.

El único límite somos nosotros mismos.

Que se lo digan a Luke Geissbuhler, quien acompañado por su hijo Max, de siete años, lanzó desde Newburgh (Nueva York) un Iphone y una cámara de Alta Definición con un globo meteorológico al más puro estilo de Cavo Cañaveral.

Las imágenes son impresionantes. Durante los 102 minutos que duró el viaje, esta nave espacial casera alcanzó una altitud de cien mil pies (unos 30,48 kilómetros), con el mérito añadido de lograr que la cápsula resistiese las condiciones extremas de la atmósfera.

A pesar de que a nadie le queda duda de que este éxito no puede responder a la mera suerte, el propio Geissbuhler afirmó para la BBC que "Max y yo trabajamos juntos en muchos proyectos divertidos, de los que sólo conseguimos que funcionen un treinta por ciento. Y con eso nos sentimos afortunados".

Esta familia de emprendedores no sólo consiguió captar imágenes como las que acostumbramos a ver gracias a la NASA, sino que además, a través de la triangulación GPS del Iphone (que se quedó sin batería dos minutos antes del aterrizaje), consiguieron recuperar la cápsula, equipada también con un paracaídas que se abrió al regresar a la atmósfera una vez el globo estalló por efecto de la presión.

No dejéis de ver, y disfrutar, del video de la aventura.




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